La "Aventura Mundial (en Argentina)" tuvo su génesis un 17 de abril, en las cercanías de la estación Aristóbulo del Valle. En realidad, fue la negativa de la acreditación para estar en el Mundial de Inglaterra. Minutos después de recibir la mala nueva, tomé el tren Belgrano Norte en la ya citada parada con destino a Retiro.
Quiso (o no) el destino que tenga que tomar ese mismo tren para ir dos estaciones más allá, hasta Florida, ya que a diez cuadras de allí tuve que retirar la muestra del libro. Ese libro que prometí si Los Pumas ganaban a Irlanda en Cardiff. Imhoff, Moroni y Tuculet hicieron su parte, y posibilitaron ese viaje hasta el norte del Conurbano.
El tren rojo del Belgrano Norte no fue el único guiño hacia quien escribe estas líneas. Durante el viaje estaba leyendo "El partido", de Andrés Burgo, sobre el partido entre argentinos e ingleses en México 86. En el viaje de ida, leí que Osvaldo Ardizzone, reconocido periodista argentino, también hizo una "cobertura a distancia" del evento. Solo que, en su caso, los problemas de salud (de hecho, moriría al año siguiente) fueron los responsables de que ese mítico Mundial lo viviese en un bar del centro porteño.
"Una Aventura Mundial" no pretendió (ni pretenderá) ser la versión rugbística de "Mexicaneando desde Corrientes y Esmeralda", ni yo tampoco busco ser Ardizzone (sí mejorar día a día en este oficio). Pero la coincidencia justo apareció en el camino en busca de la muestra. Una muestra a la que miré fijo durante varios minutos, como si no creyese que eso que escribí se transformó en este libro, a pesar de que aún falta para la impresión final de la primera edición.
Justamente (y ahí empiezo a sacar a relucir mi lado capitalista), en estos momentos inicia la preventa del libro, con el que está a un precio realmente accesible. ¿Cómo pueden hacer para aprovecharlo? Manden un mail a santimluduenia@gmail.com, y hablamos. Así, sin intermediarios. Porque creo que hacerlo de esta forma es completamente posible.
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