Foto: Standard |
Al final arribó el día esperado. Aquel que quería vivirlo en
el lugar de los hechos, pero que tengo que seguirlo desde la comodidad de mi
casa. Por lo que puse ESPN para seguir todo. Me sorprendió que hayan traducido
todos los zócalos en inglés. Incluso el que presentaba a los narradores,
Alejandro Coccia, y Felipe Contepomi, que incluso fue escrito malísimamente mal
(duplica), poniendo “Comentators”, comiéndose una “m”.
La ceremonia inaugural alegró a todo el mundo. No solo a los
aficionados al rugby, sino también a los que quedaron decepcionados con el
fiasco que fue la de Brasil 2014, con el director de cámaras olvidándose del
tipo que estaba en un exoesqueleto dando el puntapié inicial. Muy bien el video
introductorio, y como se fusionó con el “vivo” en Twickenham. Muy bien por
poner un jugador legendario por país representando a los 20 equipos. Y el
final, con “Willian Webb Ellis” con el trofeo que lleva su nombre, fue el
súmmum.
Luego de los discursos protocolares, llegó el plato fuerte.
El encuentro entre los dueños de casa contra Fiji. Durante éste, terminé de
comprobar que los himnos tienen sentido si lo podemos comprender. No por nada
tomé las riendas del reclamo de Hernán Casciari durante Brasil 2014. Y no solo
con los himnos, sino con las danzas de guerra, como el Cibi fijiano.
Ayer había escrito sobre las sensaciones que tenían los del
Pacífico respecto a este partido. Fiji arrancó de la peor manera posible:
cometiendo dos errores. Primero, el knock on de su fullback que derivó en el
scrum. Luego, en esa formación, se produjo el penal que derivó en la apertura
del marcador por parte de George Ford. Arrancaron con un 0-3 desde el vestuario.
Más allá del inicio, en los minutos siguientes a los de la Rosa Tudor pareció
pesarle el protagonismo, al punto que sus rivales tuvieron un penal a su favor,
que se estrelló en el vertical. No obstante, los isleños volvieron a cometer
dos errores en forma de penales evitables. Primero, un tackle ascensor cuando
ya tenían controlado a su rival, y luego, más allá de que la cosa parecía ya
juzgada, cometieron un try penal que le costó al medio scrum Matawalu (siempre
los isleños con apellidos dignos de canciones de “Nicolino Roche y los Pasteros
Verdes”) los 10 minutos.
Fiji (o al menos, este Fiji), aparentaba ser un equipo más
bruto que otra cosa. No solo en el sentido de la agresividad excesiva, sino por
los errores. De hecho, el segundo try inglés surgió por un line mal tirado,
luego de haber superado el vendaval en el ataque anterior. Pero esta clase de
equipos tiene esas cosas, haciendo de que la galera puedan sacar cosas
interesantes. Y Matawalu hizo un jugadón, pero cuando todos suponíamos que iban
a aparecer las emociones, se detectó en el
final un knock on. No obstante, en la jugada siguiente, recuperaron, y
tras la patada de Volavola, Nadolo apoyó un try digno del Rugby League tras el
quinto tackle. Al final hubo un penal por lado. Primero fue Ford, y luego Nadolo
quienes pusieron el 18-8 con el que se fueron al descanso.
El segundo tiempo fue chato, aunque si cambian la
a del medio por la o quedaría mejor. No solo Fiji era el que se equivocaba,
sino también Inglaterra. Creo que fue el tiempo en que más me la pasé viendo mi
computadora. El penal de Volavola empezó a sacar de la modorra este partido.
Pero el recién ingresado Owen Farrell, para mi hermana un churro digno de
Manolo, volvió a estirar la diferencia a 10. Afortunadamente, una jugada
colectiva un tanto desprolija hizo que un ingoal vuelva a vulnerarse tras más
de un tiempo. Fue Mike Brown quien culminó aquella jugada, y Farrell convirtió.
El try de Vunipola en otro ataque anárquico fue el último clavo en el ataúd de
este partido. Un try clave, considerando que con éste se llevaban el punto
bonus.
Así fue la primera jornada. Con un partido que, a mi
entender, no estuvo a la altura de lo esperado. Pero, como diría Pichot, “Esto
recién empieza”.
Foto: Radio NZ |
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