miércoles, 7 de octubre de 2015

Día 20: Africa mía

Foto: Los Andes-AFP
Así como ayer fue el día de los perdedores, hoy fue el día de los africanos. No solo porque Sudáfrica y Namibia jugaron, sino también por lo que ambos seleccionados lograron, cada uno desde sus posibilidades: los Springboks, como la selección gigante que es, mientras que los Welwitschias, como el único equipo de los que participó en un Mundial que aún no ganó ningún partido.



Los Boks no se apiadaron de los Estados Unidos en el Estadio Olímpico, como para dejar en claro que lo sucedido frente a Japón fue un accidente. Fue 64-0, la única blanqueada que hay (y casi seguramente habrá) en este Mundial. Igualmente, los números son exiguos en comparación a otras goleadas en anteriores mundiales (de hecho, una de las últimas blanqueadas también tuvo como protagonista a los sudafricanos, goleando 87-0 a los otros actores principales de este post. cuatro años atrás).

Fue la tarde en que Bryan Habana se transformó en el hombre récord de la historia de los mundiales: gracias a los tres tries que anotó, ahora tiene 14 ensayos, la misma cantidad que Jonah Lomu, aunque el neozelandés necesitó de menos partidos para llegar a esa cifra. No obstante, con ese triunfo, ya se aseguró el primer lugar. Impensado tras la "trágica" jornada de Brighton. Así se suma a Francia (1987) y a Gales (1999) en el grupo de los campeones de grupo con una derrota encima (el primero desde que los grupos mundialistas son de cinco seleccionados).

Pero el logro más notorio fue el de Namibia contra Georgia. Ocho años atrás, los europeos lo blanquearon con un contundente 30-0. Y hoy, con los exsoviétivos en probablemente su punto rugbístico más alto, la historia fue distinta. Porque estuvieron a nada de arrebatarle la ilusión de clasificarse a Japón 2019 de forma directa.

Gracias a dos penales de Kotzé, se habían puesto 6-0 arriba al entretiempo en lo que es una de las primeras mitades más largas de las que recuerde (duró 49 minutos, pero contando interrupciones por video ref superaron ampliamente la hora. Parecía que Georgia ponía las cosas en orden con los tries de Mamuka Gorgodze y de Lasha Malaguradze, convertidos por Merab Kvirikashvili, quien además acertó un penal.

Pero Namibia no quería repetir lo que sucedió contra Tonga, el otro "terrenal" del Grupo C, y fue por todo hacia la victoria. Kotzé anotó un try, una conversión y un penal para ponerse a uno de diferencia. La ilusión crecía, pero en la última de ellos cometieron penal, y terminaron ahogándose en la orilla. A pesar de que para el primer triunfo tendrán que esperar, al menos, hasta el domingo, aunque lo más probable es que eso se de en Japón (siempre que se clasifiquen, claro), sí pudieron lograr por primera vez sumar un punto por méritos deportivos. Algo de lo que tomarán dimensión recién en los próximos días. Hoy están pensando en el partido que se les escapó ante un seleccionado que, salvo una hazaña de Tonga contra los All Blacks, estará en tierras niponas.

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