viernes, 16 de octubre de 2015

Día 29: Tasa de inmortalidad

Aquel 7 de octubre, en el momento exacto en donde nos convertimos en inmortales por primera vez. Ojalá no sea la única. (Foto: Olé)
"Ser inmortal es jugar los siete partidos". Pocas definiciones fueron tan precisas como la que volcó Hernán Casciari el año pasado, tras ganarle a Bélgica en el Mundial. En el rugby pasa lo mismo. Sobremanerea en los países a los que les (nos) cuesta hacerlo, llegar hasta el último fin de semana es un enorme logro.



No tanto para Nueva Zelanda, que llegó al fin de semana final en seis de los siete mundiales disputados. En 1997 y 2011 fueron campeones, en 1995 fueron segundos, y en 1991, 1999 y 2003 terminaron disputando el partido en el tercer puesto. Tal es así que en 2007, la única vez en la que no llegó al último fin de semana, fue una catástrofe nacional.

Justamente sus verdugos fueron sus próximos rivales. Justamente será Cardiff la sede de ese partido. Si bien Francia no levantó nunca el trofeo Webb Ellis, tienen el mismo récord que Francia, con tres finales (1987, 1999 y 2011), y tres partidos por el tercer puesto (1995, 2003 y 2007). Números muy altos considerando la escasez de títulos.

En el otro partido de la llave, Gales y Sudáfrica se muestran como equipos que no llegaron demasiado a semifinales. No obstante, el de mayor efectividad fue Sudáfrica, que metió tres semifinales de cinco mundiales disputados (1995, 1999 y 2007; recordemos que los dos primeros mundiales no lo jugaron por estar sancionados debido al régimen de segregación racial). Los galeses, por su parte, sólo pudo acceder a esas instancias en los dos mundiales que se hicieron en Nueva Zelanda.

Donde se registra el mayor desnivel entre mundiales disputados-semifinales, es en Australia-Escocia, casi yendo en paralelo al favoritismo previo al encuentro. Los Wallabies están en el tercer puesto (tras la igualdad en la cima entre All Blacks y galos) del ranking tras conseguir cinco finalizaciones en el Top 4. Fueron finalistas en 1991, 1999 y 2003, y disputaron el tercer puesto en 1987 y 2011. Escocia, por su parte, tiene un único antecedente: 1991. El año del Grand Slam en el 5 Naciones. Y el año también del gaffe de Gavin Hastings, que malogró un penal frente a los palos. en una jugada que, si hubiese sido de fútbol, habría ido tranquilamente a #ElProgramaDeLavecchia.

Y por último, Argentina-Irlanda. Un duelo que está en las antípodas de Nueva Zelanda-Francia. Solo un equipo llegó a semifinales, y esos fueron Los Pumas en 2007, en aquel partido contra los escoceses. Ahí sí se daría una inmortalidad más genuina. Porque, a excepción de los otros británicos, el resto sabe bien que se siente ser semifinalista, al punto que sienten que un triunfo es prácticamente un día más en la oficina. Pero ellos buscarán mirar a los ojos a esos gigantes, y decirles "sí, yo también soy uno de ustedes".

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