Día 24 (escrito en Día 25): Finales

Foto: The Guardian

Los domingos suelen ser días depresivos. Pero más lo son cuando algo termina. Y ese domingo fue el de la despedida de la fase de grupos. Una última jornada que tuvo cuatro partidos, como para que se disfrute lo más posible.

Argentina fue la que abrió la jornada con el encuentro frente a Namibia. Lo bueno fue que Argentina terminó siendo el equipo que más puntos le anotó (incluso más que los mismísimos All Blacks), y que esas 64 unidades posibilitaron a Los Pumas ser los más goleadores de los primeros cuarenta partidos. Lo malo fue que Argentina recibió tres conquistas, de las cuales salieron los 19 puntos, y fue con Tonga los que recibieron más tries de los africanos. Si bien el nivel ofensivo es algo que deja una cierta tranquilidad, no lo es así con la involución en defensa a medida que pasaron los encuentros: 60 grandes minutos contra los All Blacks (en los otros 20 el cuerpo dijo basta), ingoal intacto ante Georgia, problemas frente a Tonga, y ahora esto.

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Pero antes de la "batalla de Cardiff", en Exeter Italia y Rumania se jugaban el pasaje a Japón 2019. Los de la Península impusieron su jerarquía, y más allá de alguna pequeña zozobra sobre el final, terminó siendo un cómodo 32-22 para los itálicos que, más allá de eso, aún no pueden quebrar la barrera de los cuartos de final. ¿Podrán hacerlo en Japón?

Tras ello, se dió el partido del día. Por un lado, Francia. Por el otro, Irlanda. Quien ganaba, evitaba a los All Blacks. Los verdes fueron quienes impusieron jerarquía de inicio a fin, y lograron la victoria por 24-9. Sin embargo, eso no fue barato, tal como había presagiado el colega amigo Matías Baldo. Phil O'Connell y Jonathan Sexton, capitán y máxima figura, respectivamente, son duda para el partido contra... Los Pumas. Sí, por cuarta vez en cinco mundiales, nos volveremos a encontrar. Regresando a los del Trébol, por lesión dejó el equipo Peter O'Mahony, y además Sean O'Brien fue citado por el Tribunal de Disciplina por una piña no advertida por el réferi (también Marcelo Bosch fue llamado a declarar por un tackle peligroso sancionado con exclusión, la primera que sufre la albiceleste).

Foto: Brunch News

Para el final quedaron ellos, los reyes sin corona. O mejor dicho, sin cuartos. Porque a base de triunfos, sobremanera el obtenido contra Sudáfrica, Japón se ganó el cariño de todos, y muchos se sintieron (o mejor dicho, nos sentimos) desairados al ver que no iban a formar parte del G8, aún teniendo récord positivo (de hecho, es el único no clasificado a cuartos de final en la historia de los mundiales que tuvo tres triunfos). Ellos se encargaron de bajar el telón de la fase de grupos. Tuvieron otro gran partido, en donde derrotaron 28-18 a los Estados Unidos. A pesar de todo, eso da esperanzas para que, en cuatro años, no se sumen a Inglaterra en el lote de "locales que no pasaron la primera ronda".

Terminó un Mundial. El sábado comienza otro. Ahora, una derrota equivale a volver a casa.

Foto: Sport 360