viernes, 30 de octubre de 2015

Día 42 (escrito en Día 43): El mejor de la historia



Falta apena un día para el final. 80 minutos, y el telón caerá, para poder dar paso a la vigilia previo a Japón 2019. Sin embargo, aún sabiendo que esta historia todavía no llegó a su fin, quiero dejar una afirmación: Inglaterra 2015 fue el mejor mundial de la historia.


Para empezar, las islas británicas tuvieron la mezcla de "grandes escenarios más atmósfera rugbística". Está claro que Nueva Zelanda es un país con más feligreses rugbísticos que Inglaterra, pero salvo el Eden Park y el Wellington Stadium, los escenarios no fueron los mejores para una competencia de estas características. Y si bien Francia 2007 tuvo también estadios grandes (los mismos que el Mundial 98 mas el Millennium y Murrayfield), el récord de espectadores se lo llevaron los británicos.

Por otro lado, la final ideal (al menos, para los del sur). Pocos encuentros tienen tanta rivalidad como Nueva Zelanda-Australia. Si bien la rivalidad entre ambos es algo polideportivo, que los Wallabies le ganen a los All Blacks en rugby es como si los estadounidenses derrotasen a Canadá en hockey sobre hielo. De hecho, el paralelismo entre Rugby-Australia y Hockey sobre hielo-USA también es porque en ambos casos, no es el deporte que predomina en ese país (el fútbol americano, el béisbol y el básquet por un lado; el australian rules football, el rugby league y el cricket por el otro). Igualmente, por primera vez en bastante tiempo, los dos mejores del mundo se enfrentan en el partido decisivo.

Pero también hay otros factores: el crecimiento de los equipos de menor orden. 19 de los 20 equipos suelen ser los mismos (la vigésima ubicación puede ir para Uruguay -2003 y 2015-, Portugal -2007- o Rusia -2011-). Y es inevitable que, por ejemplo, un Namibia pueda ganar su primer punto mundialista asustando a Georgia, otro seleccionado en paulatino ascenso, Estados Unidos haga lo propio con los escoceses, o Canadá con Italia.

Igualmente, nadie esperaba que allí se produjese el máximo impacto de la historia no sólo de los Mundiales, sino también del deporte. Los bravos japoneses no se resignaron con empatar, y quedaron en la historia grande derrotando a los Springboks. De hecho, de no haber sido por esto, quizá los sudafricanos (y Heyneke Meyer, por que no) habrían sido nominados por la IRB, y no los Cherry Blossoms (y su entrenador Eddie Jones).

Hablando de situaciones inesperadas, que los ingleses se hayan quedado afuera en su casa de su mundial (más allá del difícil grupo que lo tocó) es el equivalente rugbístico mundialista del 1-7 de Brasil contra Alemania en el Mineirao el año pasado. Ya de por sí el mundial del Hemisferio Norte fue malo. Pero los de la Rosa Tudor fueron la cara visible de ello por la inesperada caída contra Gales, y la paliza de Australia con el monólogo de Bernard Foley.

Y para elegir al "mejor mundial" siempre hay una pizca de chovinismo. Si Argentina hubiese perdido por penales contra Suiza, Brasil 2014 no habría sido tan recordado como ahora (aún sin el final feliz). E Italia 90 habría sido recordado más por el bodrio que fue que por la épica de la selección de no ser por Goycochea, el despeje de Maradona con la mano en fase de grupos, o la mala puntería de los brasileños.

Quizá este Mundial no habría estado en vías de ser tan recordado si Irlanda hubiese hecho "la gran Gales" sobreponiéndose a la ausencia de sus figuras y nos hubiese dejado afuera en cuartos. Pero Los Pumas, no solo por los resultados sino también por el juego, Nunca Los Pumas tuvieron el volumen de juego de ahora. Y lo mejor de todo, sin resignar su ADN que lo destacó en toda su historia: la defensa, y la efectividad a la hora de patear. Todo mérito de Hourcade, quien hizo que este "mundial de transición" termine siendo "mundial de ilusión".

Aún no terminó todo, y empiezo a sentir nostalgia. Ojalá que la frutilla del postre sería que mañana, australianos y neozelandeses brinden una final atractiva. Que esté la altura de este Mundial.

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