miércoles, 16 de septiembre de 2015

Día -2: Tan cerca, tan lejos

Quedan dos días para el Mundial. Apenas 48 horas (o mejor dicho, menos de) separan de el momento en que se están escribiendo estas líneas de cuando George Ford o Ben Volavola den el puntapié inicial en Twickenham. Cuando nos querramos acordar, ya estaremos en medio de la vorágine que supone una competencia de estas características.

Si un extraterrestre llegase a la Argentina en estos momentos, no se daría cuenta de la existencia de esta RWC. Si bien uno es consciente de que no será como el fútbol, en donde uno puede llegar a ver hasta un Nigeria-Irán (el peor de los partidos de Brasil 2014, o al menos uno de ellos), resulta extraño la falta de expectativas hacia este equipo. Y lo que asombra aún más es la escasez de publicidades alegóricas. Antes se veía a Agustín Pichot promocionando lo que sea. Hoy, apenas se lo ve a Juan Martín Hernández haciendo una publicidad para DirecTV. El resto de los más de 10 sponsors de Los Pumas (aún) no sacó a relucir ningún anuncio. Evidentemente, los publicitarios gastaron toda la nafta durante los Rugby Championship.

Al ver esa (por ahora) apatía, uno no puede dejar de pensar en Inglaterra, donde el operativo #CarryThemHome se vive por todos lados, y seguramente tenga su (primer) punto cúlmine el viernes, aunque se supone que en los partidos contra Gales y contra Australia ese pico sea superado ampliamente. No por llorar sobre la leche derramada, pero es un poco raro escribir en un lugar donde aún continuemos con 35º de temperatura corporal, sin ningún registro de fiebre mundialista.

Vale preguntarse si esta sensación cambiará con el correr de los partidos, más sabiendo que no tiene en el horizonte partidos "parejos" hasta (si se clasifica) cuartos de final. Nueva Zelanda se encuentra en otra liga respecto a los de Daniel Hourcade, pero ni Tonga, ni Georgia, ni Namibia parecen ser rivales, a priori, al mismo nivel que Los Pumas. Recién un enfrentamiento contra Francia o Irlanda podría despertar interés. No por el rival en sí, sino porque también está en juego la inmortalidad, de acuerdo con la exacta definición del frustrado pilar Hernán Casciari durante Brasil 2014.

Difícil saber qué sucederá de acá al domingo acerca del interés del argentino medio con esta competencia. Pero ahora, del mundial estamos tan cerca, y tan lejos a la vez.

0 comentarios:

Publicar un comentario